A veces uno mira el suelo de casa o del negocio y piensa que ya no tiene solución, que el brillo se perdió para siempre. Pero ojo, la gracia está en saber que muchos materiales admiten tratamientos que los dejan como nuevos.
Mármol, terrazo, granito… incluso suelos que parecen demasiado castigados responden bien si se trabajan como toca. Por otro lado, también hay casos en los que conviene valorar primero el estado real, porque ya sabes cómo va esto: cada superficie tiene su carácter.
Dicho esto, entender qué suelos se pueden pulir y vitrificar te da un punto de claridad antes de decidir tu próximo paso.
¿Qué suelos pueden pulirse y vitrificarse sin problemas?
Cuando uno empieza a mirar su suelo con ojo crítico, ya sea porque ha perdido brillo o porque aparecen esas marcas que antes no estaban, surge siempre la misma duda: ¿esto tiene arreglo o toca cambiarlo entero?
Cada material tiene su forma de responder, igual que pasa con la madera cuando la lijas demasiado o con una pared que ya venía castigada.
Dicho esto, vamos por partes.
Suelos de mármol
El mármol es, por decirlo así, el clásico de los clásicos. Se pule de maravilla y el brillo que recupera suele sorprender incluso a quien lleva años viéndolo apagado. Basta eliminar la capa dañada para que vuelva a aparecer esa textura tan característica. Eso sí, conviene hacerlo con mimo, porque es un material noble y agradece un tratamiento uniforme.
Suelos de terrazo
El terrazo es más sufrido de lo que parece. Aguanta trote, manchas, arrastres… y aun así responde muy bien al pulido. Muchas veces pasa que lo ves mate y piensas que está acabado, pero en realidad solo necesita una pasada profunda para nivelarlo y sacar las piedrecitas que le dan su aspecto.
Suelos de granito
El granito es duro como él solo. De hecho, a veces cuesta imaginar que pueda recuperar brillo porque es un material muy compacto, pero vaya si lo hace. Se pule de forma más lenta que el mármol, eso sí, pero el resultado es increíblemente resistente. Es uno de esos suelos que quedan bien tanto en interiores como en exteriores cubiertos, y un buen vitrificado prolonga su vida útil.
Suelos de hormigón o microcemento pulido
El hormigón pulido y el microcemento han ganado terreno en los últimos años, sobre todo por ese aire moderno que aportan. Lo bueno es que también admiten pulido, aunque de una forma distinta a los materiales tradicionales. Aquí la idea es conseguir una superficie lisa y continua sin perder su esencia.
Suelos de mosaico y baldosa tradicional
Los suelos hidráulicos, los mosaicos antiguos y las baldosas tradicionales tienen un encanto especial, aunque a veces llegan muy castigados por el paso del tiempo. La buena noticia es que se pueden pulir con muchísimo cuidado, retirando solo lo necesario para respetar los dibujos y recuperar el color original.
Luego, si quieres protegerlos sin alterar su estilo, el vitrificado aporta una capa que los hace más resistentes sin robarles personalidad.
¿Qué suelos no deberían pulirse ni vitrificarse?
A veces pasa que uno mira un suelo y piensa “igual con un pulido lo dejo nuevo”, pero no siempre es buena idea. Hay materiales que, por muy tentador que resulte, no están hechos para ese tipo de tratamientos. Todo está en saber identificarlos antes de meterse en un lío, porque al final lo que buscas es mejorar el suelo, no estropearlo.
Ahora bien, ¿qué suelos entran en esta categoría? Para empezar, los suelos laminados son un no rotundo. Aunque a simple vista parezcan resistentes, en cuanto les aplicas un pulido serio se estropea la capa superficial y el resultado es bastante pobre.
Por otro lado, los suelos vinílicos o de PVC tampoco llevan bien estos tratamientos. Muchas veces la gente cree que, como son “duros”, admitirán pulido, pero nada más lejos. En cuanto les metes una máquina se calientan, se deforman y aparecen esas ondas que no se van ni queriendo. Y si encima intentas vitrificarlos, el producto ni siquiera se adhiere bien. Es como querer encerar un plástico: no cuaja.
Lo mismo ocurre si intentas vitrificarlos: el material no absorbe el producto y al final queda un acabado irregular que dura dos telediarios.
Ventajas de pulir y vitrificar suelos adecuados
Algunas ventajas claras que se consiguen cuando se trabaja sobre suelos que realmente lo permiten:
- Recuperación del brillo original sin tener que sustituir el suelo.
- Superficie más resistente al uso diario, manchas y pequeños golpes.
- Menor porosidad, lo que facilita la limpieza y evita que la suciedad se incruste.
- Ahorro a medio plazo, porque un buen pulido y vitrificado retrasa reformas más costosas.
- Acabado uniforme que rejuvenece todo el espacio, incluso en suelos con años a sus espaldas.
Por otro lado, algo que mucha gente no suele tener en cuenta es la sensación de continuidad que deja un suelo bien trabajado.
No es solo que brille más o que parezca nuevo, es esa impresión de orden y limpieza que se nota nada más pisarlo. En fin, cuando el material es el adecuado, merece totalmente la pena.
En Projectes Sastre somos especialistas en pulido y vitrificado de suelos en Mallorca
En Projectes Sastre, especialistas en pulido y vitrificado de suelos en Mallorca, llevamos tantos años en esta industria, que, al final, reconocemos un suelo “pulible” casi con un vistazo. Sabemos qué técnica usar, qué producto aplicar y cuándo conviene ir con calma para evitar sustos.
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