Diferencias entre Pulido y Vitrificado de Suelos: ¿Cuál elegir?

¿Quieres conocer las diferencias entre el pulido y vitrificado de suelos para saber cuál elegir? En este artículo te lo contamos.

A veces uno mira el suelo de casa y piensa “vaya, algo le falta”, pero no siempre está claro si lo que necesita es un buen pulido o un vitrificado que lo deje como recién estrenado. Lo curioso es que, aunque ambos tratamientos parezcan casi lo mismo cuando te los explican por encima, funcionan de manera distinta y sirven para objetivos diferentes. 

Ahora bien, la idea es entender qué aporta cada técnica para no ir a ciegas. Y cuando lo ves claro, elegir se vuelve mucho más sencillo. Entonces… Vamos paso a paso para que te resulte fácil decidir.

Pulido vs Vitrificado: Diferencias clave que debes conocer

Cuando alguien compara el pulido con el vitrificado suele pensar que es lo mismo con distinto nombre, y no, para nada. Son tratamientos que se cruzan a veces, pero cada uno tiene su propia personalidad. Lo notas enseguida. 

Por otro lado, ya sabes cómo es esto: si eliges bien, el suelo cambia “de verdad”; si eliges mal, apenas se aprecia el esfuerzo.

Diferencias en el acabado final (brillo natural vs brillo sellado)

El pulido deja un brillo natural, elegante, ese que parece salir del propio material. Es un brillo más suave, más limpio, perfecto si quieres que el suelo respire su textura original. 

El vitrificado, en cambio, crea una capa protectora que aporta un brillo más intenso. Hay quien dice que “queda como un espejo”, y es verdad. Ahora bien, también tiene ese punto de acabado sellado, muy uniforme, que a veces viene genial en zonas donde entra mucha luz o donde pisa mucha gente. 

Diferencias en el mantenimiento posterior

Aquí es donde mucha gente se sorprende. El pulido requiere un cuidado más suave, casi rutinario: limpiar, secar bien, evitar productos abrasivos y poco más. A veces basta con repasar cada varios años para devolverle vida. 

El vitrificado, por otro lado, aguanta más trote, pero necesita ciertos mimos para que la capa protectora no se deteriore: evitar arrastrar muebles, usar productos neutros y renovar el vitrificado cada cierto tiempo. En fin, nada dramático, pero conviene saberlo para no llevarse sustos.

Diferencias en durabilidad y resistencia al uso diario

Si tu casa tiene mucho movimiento o tienes un local donde entra gente todo el día, el vitrificado suele ganar la partida. Esa capa endurecida resiste mejor golpes, pisadas y la humedad ocasional. Ahora bien, no subestimes el pulido: en mármol, terrazo o granito, bien hecho, dura mucho. 

La clave está en el tipo de suelo. En algunos materiales el pulido es más que suficiente, mientras que en otros el vitrificado aporta ese extra de resistencia que marca la diferencia con el paso del tiempo.

¿Qué es mejor para tu caso: pulido o vitrificado?

Esta es la pregunta que se repite una y otra vez. Y tiene sentido, porque desde fuera ambos tratamientos parecen parecidos, pero no funcionan igual. A veces el pulido es la opción lógica; otras veces el vitrificado te salva el suelo durante años. 

Por otro lado, cada casa, cada local y cada suelo tiene su historia, así que no existe un “mejor” universal. Lo importante es ver qué necesita realmente la superficie y qué esperas tú del resultado final. Dicho eso, vamos paso a paso.

Situaciones donde el pulido da mejores resultados

El pulido encaja de maravilla cuando el suelo ha perdido brillo, tiene ralladuras, manchas antiguas o incluso una ligera ondulación que se nota al pasar la escoba. 

En estos casos, devolverle vida desde el propio material funciona mucho mejor que cubrirlo con una capa. El pulido, al final, saca la esencia del mármol, del terrazo o del granito, sin artificios.

Situaciones donde el vitrificado es la mejor opción

El vitrificado, en cambio, es perfecto cuando quieres un acabado con presencia. Ese brillo uniforme que refleja la luz y da sensación de renovación inmediata. 

Si el espacio tiene mucho tránsito, niños, mascotas o simplemente buscas algo resistente, el vitrificado funciona muy bien. Crea una capa protectora que aguanta golpes, humedad y el trote diario.

Ahora bien, hay que elegirlo cuando aporta valor. Por ejemplo, en locales comerciales, portales de comunidades, despachos o viviendas donde el acabado brillante ayuda a “levantar” el espacio. Y cuando el objetivo es proteger, no solo embellecer.

Conclusión: ¿Pulido o vitrificado? La respuesta depende del suelo y de su uso

Al final, no hay una receta universal. Hay suelos que recuperan su encanto con un buen pulido y otros que agradecen la protección extra del vitrificado. Lo importante es entender cómo se usa el espacio, cómo envejece el material y qué resultado buscas tú cuando miras el suelo cada día.

Por eso, en Projectes Sastre, especialistas en el pulido y vitrificado de suelos en Mallorca, podemos ayudarte a elegir el tratamiento que realmente necesita tu suelo.

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Especialistas en Pulidos y Vitrificados de suelos en Mallorca. También realizamos limpieza con chorro de arena y ornamentación de cementerios.
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